República Bolivariana de Venezuela
Sobran los motivos que nos hacen sentirnos a gusto con nuestro país, muchos los que nos recuerdan a cada instante lo maravilloso que es reconocerse hijo de esta prodigioso paraiso terrenal.
...por el más alto de mundo, el Salto Angel
Las aguas del Churún lanzándose desde lo alto de los 979 metros de una de las laderas del Auyantepuy, componen una de las vistas más impresionantes que puede ofrecer este planeta al ojo humano y al divino... los indígenas le llaman Kerepa-kupai-merú (salto del lugar más profundo), pero todos lo conocen como el Salto Angel. Su espectacularidad es sólo uno de los grandes atractivos de una región en la que pareciera que Dios se detuvo más de la cuenta, pendiente de que no quedara duda de la genialidad de su tarea. Allí Canaima, (la zona más antigua del planeta) con sus más de cien tepuyes (que algunos han llamado islas del tiempo), la Gran Sabana, las simas Sarisariñama... si le hace falta impregnarse de afecto por esta tierra, no pierda más tiempo y visite estos parajes... saldrá enamorado.
...por la guitarra de Antonio Lauro
El compositor nacido en Ciudad Bolívar, y considerado como uno de los maestros de guitarra más importantes en América Latina, dejó un bello desafío a los estudiantes de este melodioso instrumento: la interpretación del valse Natalia, la más notable y universal de sus creaciones. Las partituras creadas por el maestro Lauro (1917-1986) son un legado que amplió el repertorio de las más reconocidas escuelas de guitarra del mundo.
...por nuestra cordialidad
A los de afuera les sorprende la expresividad reflejada en la manera de hablar y en los gestos. Les agrada, y mucho, la espontaneidad con la que se establecen relaciones, la sencillez en el trato y ese algo indefinible que se observa en la manera como se trata al visitante... El venezolano es, sin duda, un pueblo ganado a la confraternidad, a la manifestación de emociones... por eso se desconoce en muchas de las actitudes actuales. No se puede perder lo que tanto ha costado. En tierras más frías envidian tanta calidez... que no se pierda.
...por el tucán pico de frasco esmeralda
Aulacorhynchus Sulcatus
Habitan en los bosques nublados, donde se pueden encontrar en la madrugada
y al atardecer.
Anidan en huecos de los árboles y ponen sólo dos huevos.
Vuelan de manera ondulada y son muy ruidosos.
El enorme pico, que a veces es tan largo como el cuerpo, es muy liviano.
Muchos indios lo usan como adorno aunque los colores se destiñen pronto.
Duermen en una posición muy curiosa, pues posan el pico hacia atrás entre las alas y voltean la cola hacia delante, para así cubrir el cuerpo a manera de paraguas.
Candelita de Paria, perico cola roja, colibrí tijereta... estos son los nombres de unas aves que sólo sobrevuelan los parajes de este país. Así como ellas hay más de 40 especies... por eso los observadores de aves llegan a estas latitudes. Por eso, y porque, además, hay otras 1.300 especies surcando los cielos y encaramándose en los árboles. Venezuela ocupa el sexto lugar en el mundo cuando se habla de los países con mayor diversidad de aves; y está entre los diez primeros cuando el concepto se extiende a mamíferos y hasta a plantas superiores. En otras palabras, es uno de los territorios del mundo de mayor diversidad biológica por su riqueza vegetal y animal. Por si no lo sabía, en el Delta del Orinoco, por ejemplo, se descubrió en 1973 un picure que sólo existe en esa zona y al que los warao llaman guamara... en el lago de Valencia se encuentran dos especies únicas de peces: el tinícalo y el tetradimante... ambos en peligro de extinción... Todos ellos también son venezolanos.
...por el embrujo de nuestras mujeres
... y el que ejercen las mujeres de este país, que tan buena fama le han dado al gentilicio. El nombre de Venezuela en el exterior se relaciona inmediatamente con su riqueza petrolera y la belleza de sus mujeres, quienes deslumbran cuando desfilan en escenarios internacionales... y cuando aparecen multiplicadas en algún rincón de un centro comercial, en la más recóndita calle, en las zonas más humildes de cualquier ciudad. Muchos alaban lo bien que se arreglan, la manera cómo lucen lo que se está llevando, ese modo de moverse, aquel caminaíto... y, en estos tiempos, y por si fuera poco, lo arrojadas que son para pelear por lo que creen... no es exageración... sólo mire a su lado.
...por los mejores short stops
¿Qué hay en la sangre de los nacidos en estas tierras para que jueguen tan bien en la posición de campo corto? ¿A alguien se le habrá ocurrido hacer pruebas de laboratorio, estudiar lo que se come o escudriñar en los genes?.. peloteros extraordinarios siempre ha habido y son un verdadero orgullo para el venezolano, pero lo que ocurre con los short stops es algo excepcional. Desde los tiempos de Alfonso "Chico" Carrasquel y Luis Aparicio... pasando por David Concepción, y ahora Omar Vizquel, lo que sobran son héroes que han forjado su leyenda a fuerza de ese mágico fildeo que parece ser innato en los jugadores locales... llueven los guantes de oro, y no se pronostica sequía por un largo tiempo.
...por nuestro cacao, el mejor del mundo
De chocolates está lleno el mundo, pero entre los verdaderos prodigios están los elaborados a partir del fruto que nace en estas tierras. En pocos países del mundo se cultiva el cacao fino, y Venezuela, precisamente, es uno de ellos. El sabor que otorga no tiene comparación alguna; de hecho, se ha ganado el apelativo de extrafino y se le ha llamado la "almendra venezolana", por su proverbial aroma.
...por ese manjar llamado tequeño
¿A quién no le gustan? ¿A quién? De toda la oferta gastronómica de este país, pocas creaciones cuentan con tanta aceptación como estas barritas de queso envueltas en tiras de masa de harina de trigo, que deben su nombre, no a la ciudad de Los Teques, como siempre se había sostenido, sino, como lo pareciera confirmar el mismo José Rafael Lovera, a un lugar que se encontraba por Miraflores. No hay fiesta venezolana donde falten los tequeños; y si faltan, siempre se echarán de menos... piense en uno con la masa suave y semicrujiente, con el queso no muy salado que, a la primera mordida, se hace hilos en la boca... demasiado... y como el tequeño, muchos otros platos: bollos pelones, hallacas, mandocas...
...por nuestros venezolanismos
Dicen que aquí no hablamos español ni castellano, sino que hablamos venezolano. Ciertamente, en el manejo del idioma hemos hecho gala de una plasticidad única con creatividad, ingenio y, sobre todo, buen humor: El venezolano no sale de noche, "rumbea"; no toma tragos, "se echa palos"; no tiene amigos, tiene "panas"; el venezolano no corteja, "echa los perros"; no se casa, "se tira al agua". La lista es larga y generosa. No es gratuito que en el país se haya realizado el Diccionario de venezolanismos, el cual tiene 5.008 entradas, y el Diccionario del habla actual de Venezuela, con 20.000 entradas. En ambos está reflejado nuestro modo de ser con sus más ricos y secretos matices.
...por Coro y La Vela, patrimonio en Occidente
El Estado Falcón guarda dos maravillas. Dos lugares que protagonizaron el nacimiento de Venezuela. Santa Ana de Coro, fundada en 1527, convirtiéndose en la primera capital de la República, es famosa por su médanos y el privilegio de su belleza arquitectónica. Su vecina y hermana, La Vela de Coro, cuyo singular nombre responde a que desde allí se vigilaba a Coro de posibles ataques de corsarios, fue el escenario donde Francisco de Miranda izó por primera vez el tricolor nacional. Su herencia mereció la atención de la Unesco, organismo que las elevó a Patrimonio Histórico de la Humanidad en 1993, y que ahora ha lanzado un alerta por el grado de deterioro en que se encuentran.
...por lo que escribió J.A. Ramos Sucre
"A él le debo la fortuna de haber leído, entre otros, al descendiente directo del mariscal Sucre, un poeta cuya calidad y estilo lo convierten sin duda en digno antecesor de Jorge Luis Borges". Así se expresa el periodista Dasso Saldívar en una entrevista que le hiciera al fundador de la editorial Siruela, Jacobo Fitz-James Stuart, para la revista Gatopardo. Está hablando de Ramos Sucre, por supuesto, el poeta venezolano que, nacido en Cumaná en 1890, fue menospreciado en un principio por su rareza, la misma que luego le permitió a los entendidos y los más sensibles, atestiguar que se estaba ante la presencia de una de las obras vanguardistas producidas a principios de este siglo en América Latina. No ha sido el único que se ha lucido al escribir... allí están Salvador Garmendia, Guillermo Meneses, Aquiles Nazoa, Rómulo Gallegos, Miguel Otero Silva, Julio Garmendia...
...por la guarapita
Son sólo cuatro ingredientes: Azúcar o papelón, jugo de fruta, caña clara y ron. Una sabrosa y peligrosa combinación made in Venezuela.
...por cualquiera de estas notas
Yo vide una garza mora dándole combate a un río
Así es como se enamora
Tu corazón con el mío...
Luna, luna, luna llena... menguante...
Luna, luna, luna llena.... menguante...
Tonada de luna llena.
Simón Díaz
Caramba, mi amor, caramba
Lo bello que hubiera sido
Si tanto como te quise
Así me hubieras querido
Caramba. Otilio Galíndez
A quien escuche estas canciones en suelo extranjero se le debe aguar el guarapo, por decir lo menos... No sólo las letras de Simón Díaz tienen ese poder de conmoción, aunque hay que reconocer que pocos como él para retratar la venezolanidad sea lo que sea y, al mismo tiempo, trascender fronteras. La música de este país cuenta con otros autores a quienes es un placer cantarles sus creaciones. Es el caso de Eduardo Serrano, Chelique Sarabia, María Luisa Escobar, Henry Martínez y, especialmente, Otilio Galíndez, quien también escribiera aquellos versos que dicen: y esa luna que amanece alumbrando pueblos tristes, qué de historias, qué de penas, qué de lágrimas me dice...
...por las seis cimas del Proyecto Cumbre
Carlos Calderas, Martín Echevarría, Carlos Castillo, Marcus Tobía y Marcos Cayuso, integrantes del Proyecto Cumbre, han enclavado nuestro tricolor nacional en las más altas cúspides del mundo, entre ellas, Mc Kinley, en América del Norte, 6.194 m; Aconcagüa, en América del Sur, 6.960 m; Elbrus, en Europa, 6.642 m; y Kilimanjaro, en Africa, 5.895 m. Ellos fueron la primera expedición venezolana en coronar el Everest, 8.848 m, en 2001. En el pasado mes de diciembre hicieron cima en la montaña más alta de la Antártida, Vinson, 4.897 m. Todas ellas forman parte del desafío Camino a las siete cumbres. Ya llevan seis cimas y sólo les falta la cúspide de Oceanía: la Pirámide del Carstenz, en Indonesia. Esos 4.884 m son su próximo reto.
...por nuestro ron
Primero es jugo de caña de azúcar, luego melaza, después alcohol, y finalmente ron, afamado por su aroma de frutas y sabor meloso. El refinado líquido ambarino es digno embajador criollo en otros territorios. No es gratuito que sea la carta de presentación de venezolanos en mesas foráneas y lo que siempre se llevan los turistas en sus maletas de regreso.
El ron, labrado en estas privilegiadas tierras, nada tiene que envidiar a las bebidas que se destilan en otras comarcas. El nuestro es un producto noble, resultado de un delicado proceso de elaboración artesanal e industrial, con más de 200 años (y bien ganados) de tradición.
...por Los Roques
La maravilla, el asombro, se encuentra a 85 millas al norte de Caracas. Es un archipiélago, un Parque Nacional que abriga más de 50 islas de arrecife. Es el esmeralda de una playa y la posibilidad de sentirse dueño del paisaje. Es la belleza de su gente, de su fauna y por sobre todo, de un atardecer que cada día regala un pequeño gran milagro.
...por la luz de Reverón
Como muy pocos artistas han logrado hacerlo, Armando Reverón captó la luz cegadora, convirtiéndola en pintura. El justamente llamado "maestro de la luz" habitará los espacios del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). Será la primera muestra dedicada a un artista venezolano en dicho museo, y no sólo eso, también se trata de la primera individual, en muchos años, dedicada a un pintor latinoamericano. La primera retrospectiva del gran innovador moderno venezolano se inaugurará en octubre Ese universo reveroniano, por fortuna, nos pertenece.
...por la voz de Aquiles Machado
Venezuela ha sido ovacionada gracias al talento vocal de este joven cantante barquisimetano. Con apenas 31 años ha sido distinguido en reconocidos concursos como el Operalia, el Alonso, el Viñas y el Cardiff Singers of the World. Su dominio del género ha sido reconocido en escenarios del Viejo Continente. Hace unas semanas, el público del Teatro Real de Madrid se desbordó en aplausos ante su voz, en el estreno del Fausto. Este año debutará en La Scala de Milán y en el Metropolitan de Nueva York. La crítica nacional e internacional ha dicho que él es "el tenor de Venezuela".
...por la magia de nuestro Warairarepano
Wuarairarepano para los indigenas ancestrales. Es el único punto cardinal que se mantiene incólume desde que losindigenas Caracas escogieron el estrecho valle para su residencia. Esta sierra grande, de más de 80.000 hectáreas, ha presenciado el devenir de la ciudad capital sobre la amplitud del valle. Desde su impávida grandiosidad, esa montaña nos observa. Caracas es Wuarairarepano, "la pared de árboles que nos hace valle, instinto y añoranza", reza un verso del poeta Leonardo Padrón.
...por el sonero del mundo
Dicen que cuando a Andrés Galarraga le llegaba su turno al bate en el estadio de los Bravos de Atlanta, se escuchaban las notas de Llorarás que, como un himno, le interpretaba algún trombonista desde el público. La anécdota, verídica, le eriza la piel a cualquiera porque, en la arena del beisbol, también se le estaba rindiendo homenaje a otro de nuestros embajadores: a Oscar D' León, el sonero del mundo. Con el bajo, su instrumento emblemático, el arreglista, compositor y cantante, suma 32 años contínuos en una carrera artística que le ha merecido un importante lugar entre los grandes de la salsa.
¿Cómo es posible que un país ubicado frente al mismísimo mar Caribe posea una región donde caiga nieve? Pero más increíble aún, ¿Que se dé el gusto de tener una obra de ingeniería como el teleférico más alto y más largo del mundo? Pero sí, este capricho y orgullo de los venezolanos posee 12.5 kilómetros de longitud y llega hasta el Pico Espejo, a 4.765 metros de altura sobre el nivel del mar, en cuyo recorrido atraviesa La Cordillera de los Andes. Construido en los años cincuenta, y puesto en funcionamiento en los sesenta, el Teleférico de Mérida sigue intacto y sin competencia.
...por la bandola
Nació de la guitarra árabe, pero se adaptó y encontró en Venezuela nuevas formas y estilos que le otorgaron un carácter propio. De ella se dice que lleva la voz cantante en los joropos que se bailan en casi toda la geografía nacional con cualquiera de sus tres variantes, la bandola llanera, la oriental y la central. A Anselmo López se le debe el haber desarrollado una técnica novedosa de ejecución, colocándola en la palestra al lado del instrumento nacional, el cuatro. Saúl Vera, Ismael Querales, Ricardo Sandoval y Asdrúbal "Cheo" Hurtado son algunos de sus cultores y quienes han permitido que las nuevas generaciones crezcan afinando el oído ante su peculiar e inconfundible sonido.
...por la frescura del queso de mano
"Cuando uno prueba un buen queso de mano, se siente que el sol se levanta, la vaca y el ternero se alejan, y el quesero abre el cántaro de leche. Uno siente que se está comiendo un paisaje y parte de nuestra vida", escribe Rafael Cartay en El pan nuestro de cada día.
Ese queso -único en el mundo- es el mejor acompañante de una cachapa o arepa; con ambos forma uno de esos matrimonios gastronómicos indisolubles. Y es que ese queso cremoso, jugoso y suave, es pura, purita venezolanidad.
...por las curvas de Villanueva
De tanto caminar por Caracas, uno se habitúa a ciertos signos urbanos, a mirar sin mayor asombro a una fuente, un edificio, una plaza, perdiendo la posibilidad de placer que albergan estas edificaciones. Nuestra capital tiene la impronta de Carlos Raúl Villanueva, arquitecto que, como pocos, supo comprender el espíritu de su tiempo. Allí está, por mencionar una de las obras de su legado, la Ciudad Universitaria, símbolo universal de modernidad. Fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La crítica internacional la ha catalogado como el mejor ejemplo de la llamada "síntesis de las artes", pues en ella se integran más de cien piezas abstractas, entre mosaicos, esculturas y pinturas de reconocidos artistas nacionales e internacionales. Las curvas de Villanueva y su particular manera de concebir los espacios, son un hito arquitectónico en el mundo.
...por inventos de calidad Nobel
Jacinto Convit nació en Caracas el 11 de septiembre de 1913, y es el científico que desarrolló las vacunas contra la lepra y la leishmaniasis. De profesión médico, mereció estar en la lista de los postulados al Premio Nobel de Medicina en 1988. Fue distinguido con el premio Príncipe de Asturias en 2000. Pero claro está, para él, no hay mejor reconocimiento que el milagro de haber encontrado cura a una enfermedad que acompañó al hombre, prácticamente, desde los tiempos bíblicos. Por eso, Jacinto Convit, con 89 años de edad, sigue trabajando de sol a sol como director del Centro Colaborador para Referencia e Investigación Histológica y Clasificación de la Lepra (OMS). Su lucha es por y para la vida.
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